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lunes, 19 de diciembre de 2016

CONSEJOS PARA NO TENER QUE CAMBIAR DE ORDENADOR




Cambios de hardware, hasta un límite :

En el caso de los ordenadores de sobremesa con estructura de torre, pueden tomarse medidas más o menos flexibles, como cambiar la CPU -el procesador y la tarjeta gráfica- por otra de mayor potencia, o incrementar la capacidad del disco duro. Pero incluso estas medidas tienen un límite. Aumentar el procesador sin actualizar el sistema operativo, por ejemplo, de poco sirve. Y al revés, pasarse a un sistema operativo superior sin modernizar la CPU inutilizará el ordenador.

Estrategias de mantenimiento:

-Usar aplicaciones y programas web. Siempre que sea posible y se disponga de una conexión de banda ancha, es mucho mejor utilizar programas que tengan su base en un servidor externo en lugar del escritorio y el disco duro del ordenador.

-Guardar datos y archivos en la nube. Servicios como Google Drive o iTunes Match nos permiten guardar documentos y archivos multimedia en servidores externos.

-Desfragmentar el disco duro con frecuencia. Se habla mucho del consumo del procesador, pero poco del disco duro que también gasta cuanto más lleno está.

-Eliminar con frecuencia los archivos temporales. Todas las descargas, escuchas o visualizaciones en streaming que se hacen desde la Red se guardan en el ordenador durante un periodo de tiempo en forma de archivos temporales. Se acumulan así numerosos pequeños programas que consumen recursos del procesador. Es mejor borrarlos cada día al finalizar la jornada, si no se van a necesitar, para evitar que se acumulen.
-Suprimir periódicamente las cookies. Aparte de por problemas de privacidad, las cookies tienen el inconveniente de que siempre se mantienen activas en segundo plano por si cuando uno acude a una página web y quiere ser de forma automática reconocido.
-Reiniciar el ordenador con frecuencia. Puede parecer una tarea molesta reiniciar el ordenador cada cuatro horas, pero el hecho de hacerlo libera al procesador de todos los procesos que estén en ejecución, en especial los que permanecen en segundo término y que se han activado a medida que se han ejecutado diferentes funciones. Así podrá volver a trabajar con la RAM menos cargada.

-Mantener el ordenador limpio de polvo. La suciedad se acumula de manera imperceptible en un ordenador, ya sea sobre y entre las teclas, o al entrar por las rejillas del radiador. Su efecto es interferir las conexiones y sobrecalentar el sistema, con lo que el funcionamiento pierde eficiencia.

-Evitar actualizaciones no imprescindibles del navegador. Aunque por temas de seguridad es importante mantener el navegador al día, si se puede evitar estar a la última mejor. Las versiones actualizadas del navegador consumen muchos recursos con todas las novedades que incorporan y, si el ordenador es muy antiguo, puede verse superado.

-Aplicar programas de limpieza de malware con frecuencia. A pesar de que el software malicioso pasa cada día más desapercibido, utilizar en el ordenador con frecuencia programas como Ad-Aware o Spyboot no está de más y nos ayudará a ganar mucha eficiencia, sobre todo si usamos un
Cuidado con los sistemas de sincronización de datos entre dispositivos. Si bien servicios como Dropbox o las extensiones para sincronizar los marcadores del navegador son muy útiles, cada vez que se hace un pequeño cambio en un archivo o en el navegador, estos programas lo sincronizarán con el servidor, con lo que el procesador se verá ralentizado.

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